La historia oral es aquella que
se transmite de generación en generación, manteniéndose casi siempre al margen
de la historia oficial y en ocasiones siendo contraria a esta, siendo en la
mayoría de los casos esta la razón por la que no es aceptada por las fuentes
oficiales. Recordemos que la historia siempre es contada por los vencedores,
pero no debemos olvidar que una tenue sombra de la historia de los perdedores
puede encontrarse como un rumor en las historias contadas por los abuelos, un
claro ejemplo es el caso de Pancho Villa, mientras la historia oficial, la de
los libros de texto, minimizaba la participación del caudillo en la gesta
heroica de la Revolución la historia
oral le otorgaba el estatus de héroe e incluso mártir.
Estas historias orales que
representan una visión diferente nos permiten no solo conocer, si no,
apropiarnos de las experiencias de un grupo distinto al nuestro (otredad) ya
sea el vencedor o el vencido, ampliando nuestra comprensión de determinado
hecho histórico.
A pesar de que algunas historias
orales son ampliamente conocidas, la
mayoría pasan desapercibidas o se
permanecen solamente en el ámbito local. Para evitar que se pierdan por
completo, algunos escritores y/o historiadores entrevistan a diferentes
personajes (principalmente personas que hayan vivido durante el periodo a
tratar o que recibieron la información de primera mano) para obtener una
información más fiable posible (las historias orales siempre mejoran después de
ser contadas varias veces, desgraciadamente pierden la esencia tras muchas
mejoras).
Estos relatos históricos nos
muestran cuales eran las prioridades de determinada región, estado o país, como
ejemplo mientras en el centro del país las historias que se ubican en la mitad
del siglo XIX tienen como eje la lucha armada entre Centralistas y Federalistas
por establecer un tipo de gobierno determinado (Federal o Centralista) en el
estado de chihuahua las historias giran alrededor de las revueltas indígenas. (simultaneidad).
Es interesante su análisis maestro,gracias por compartirlo
ResponderEliminarTiene razón, siempre hay que ir más allá de lo que nos presentan los textos...
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